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Paco tébui

Tinta, agua y lejía

Comenzamos otra semana más en la asignatura, y lo hacemos acogiendo técnicas nuevas. En primer lugar cambiamos el formato del papel a un A5, y utilizamos bolígrafos pilot de diferentes colores, así como dos pinceles pentel rellenables, uno con agua y otro con lejía.

La temática fueron edificios antiguos como iglesias, y su encuentro con diferentes paisajes.

Tuvimos que hacer uso de uno de los conceptos más importantes aprendidos en la asignatura, y uno de los que más se ha hablado en este blog: soltar la mano, controlando la mano. El objetivo de la clase, por tanto, se basaba en realizar dibujos, más bien, bocetos, de unas referencias que se proyectaban en la pantalla. Se trata de un dibujo rápido, que roza lo analítico, y bastante firedigno a su modelo. Considero que este tipo de dibujos serán unos de los más usados durante nuestro camino como arquitectos.

En referencia al proceso, primero realizamos dibujos a línea con los bolígrafos pilot, para después mojar el papel con el objetivo de conseguir atmósferas similares a las presentes en las imágenes de referencia. Como último retoque, hicimos uso de la lejía para sacar luces de las escenas que dibujamos. En mi opinión, este ejercicio me recordó bastante a los famosos retratos que realizamos siguiendo los pasos del escultor y artista Giacometti, solo que en estos cambiamos las caras para dibujar la confluencia entre las formas rectas y estudiadas de un edificio, y las orgánicas y libres del paisaje. Como siempre, estoy seguro de que el viernes nos familiarizamos más con la técnica y obtuvimos mejores resultados, como por ejemplo en el uso de la lejía, donde se puede ver que en los primeros dibujos (los 4 primeros de la entrada) esta mucho más saturada, mientras que en los del viernes su presencia en el papel es mucho más ligera. Aquí os dejo con el resultado:


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